Los resultados de las elecciones más competidas que se recuerdan han dejado varias lecturas: EAJ/PNV gana las elecciones en porcentaje de voto, pero empata en escaños con una diferencia de casi 29.000 votos con EH Bildu, la fuerza política que protagoniza el mayor ascenso. Un resultado que permitirá al PNV revalidar el gobierno de coalición. El PSE-EE supera las previsiones de las encuestas, crece en porcentaje de voto y aumenta su representación en 2 escaños con respecto a 2020. Esto le permite incrementar su capacidad negociadora con el PNV y tener mayor peso e influencia en el próximo Gobierno Vaso que tendrá a Imanol Pradales como Lehendakari.
Analizamos los resultados de las elecciones, cómo ha evolucionado la participación, qué características tiene la abstención en Euskadi, cómo es el electorado de los tres partidos que han salido reforzados en estas elecciones y como queda un Parlamento Vasco que contará con nuevos liderazgos, nuevas caras y con personas con trayectorias consolidadas que
caracterizarán la política vasca durante los próximos
años.
5 Claves de la campaña electoral
La disputa de la hegemonía y el anunciado “sorpasso” al PNV
Elecciones históricas en Euskadi: por primera vez un partido nacionalista le disputaba la hegemonía al PNV. Las encuestas habían situado desde comienzos de año a EH Bildu como primera fuerza política en intención directa de voto, y un empate técnico en escaños entre el partido abertzale y el PNV. No fue hasta la última semana de la campaña electoral cuando el partido abertzale adelantó a los jeltzales en las encuestas, anunciando un sorpasso al PNV que finalmente no se produjo.
Nuevos liderazgos
La renovación generalizada de las candidaturas a Lehendakari lanza el mensaje del inicio de un nuevo ciclo político. Las únicas que repetían eran Miren Gorrotxategi de Elkarrekin Podemos-Alianza Verde, y Amaia Martínez de VOX. La primera no repetirá legislatura y la segunda será la única líder que reeditará mandato en el Parlamento Vasco.
Euskadi, un territorio con agenda propia
La campaña electoral en Euskadi ha tenido agenda propia, lejos del ruido y la polarización que caracterizan la política estatal. Una agenda política que se ha hecho eco de las principales preocupaciones de la ciudadanía: sanidad, con el Servicio Vasco de Salud-Osakidetza a la cabeza, vivienda, empleo, economía, industria y seguridad.
Una campaña a dos velocidades
La campaña se dividió en dos momentos: la primera semana, influenciada por eventos externos como la victoria del Athletic Club de Bilbao en la final de la Copa del Rey y el fallecimiento del Lehendakari Ardanza, quien impulsó los gobiernos de coalición con el PSE y fue el artífice del Pacto de Ajurianea; y la segunda, marcada por una mayor intensidad de los partidos, la celebración de los principales debates y la irrupción de ETA en campaña tras la entrevista de Pello Otxandiano en la Cadena Ser, que impactó directamente en la campaña e incidió en los resultados de EH Bildu.
Indecisos hasta el final
A una semana de las elecciones, el 27% de la ciudadanía no había decidido su voto, casi el triple que en 2020 (10%) y el doble que en 2016 (13%), y manteniendo una tendencia constante en los últimos meses. Lo cual da a entender que una parte importante del electorado no conectó con el proceso electoral hasta el último momento. La indecisión predominaba entre quienes consideraban al PNV o a EH Bildu, de ahí que el voto se haya concentrado en los dos partidos nacionalistas.
Resultados en detalle
Los resultados de las elecciones del 21 de abril muestran que la realidad sociopolítica de cada territorio es distinta. EH Bildu gana en Álava y en Gipuzkoa mientras que en Bizkaia lo hace el PNV. Esos resultados se traducen en un empate de escaños entre ambas fuerzas políticas. Por su parte, el PSE-EE consigue dos escaños más: uno por Álava y otro por Gipuzkoa. El PP concentra su fuerza en Álava y Vox mantiene su escaño con los 5.623 votos que obtiene en el territorio. Finalmente, Sumar también entra en el Parlamento Vasco por la circunscripción alavesa, con 20 votos menos que Vox.
Evolución de votos
En votos absolutos, el PNV gana estas elecciones mientras crece en 20.594 votos con respecto a 2020. En el análisis comparado de elecciones, es importante considerar que en 2020 la abstención fue del 50% y que alrededor de 880.000 personas no fueron a votar. De ese número, en estas elecciones de 2024 se han activado aproximadamente 250.000 votantes lo que permite que casi todos los partidos crezcan en votos. Sin embargo, al ampliar la mirada y comparamos los resultados con las elecciones de 2016 (una participación similar) se observa que el PNV pierde 27.614 votos. Es decir, las ganancias de este proceso electoral vienen de votantes activados con respecto a 2020.
En el caso de EH Bildu en crecimiento en votos es muy significativo. Parece claro que la coalición no solo se nutre de votantes del espacio de la izquierda confederal, sino que también parece haber activado electorado que se abstuvo en las elecciones de 2020 y ha sido capaz de atraer votantes de otros partidos.
Los socialistas crecen votos no solo en relación con 2020 sino también con 2016. 27.412 votos más que son suficientes para crecen en dos escaños en estas elecciones. El partido se estabiliza en un 14/15% de voto. En el caso de los populares, consiguen un escaño y 36.499 votos más que en 2020, pero pierden 10.622 en relación con 2016.
El espacio de la izquierda confederal que en 2016 obtuvo más de 150.000 votos en Euskadi queda reducido a 55.000 votos divididos entre Podemos y Sumar que le restan 5 escaños al espacio.
Resultados por municipios
El mapa de las elecciones por municipio muestra la capacidad que ha tenido EH Bildu, a diferencia de otras elecciones, para penetrar en municipios de Álava y en Bizkaia. La distribución tiene similitudes con la que se dio en las pasadas elecciones municipales de 2023 dónde se inauguró un ciclo político en el que la coalición abertzale se presentaba en condiciones de disputar la hegemonía política al PNV. Así, mientras que EH Bildu gana las elecciones en 151 municipios, los jeltzales únicamente lo hacen en 95.
Partido ganador en cada municipio
El PNV, pese a ganar en menos municipios que EH Bildu, obtiene un mayor porcentaje de voto porque gana en municipios de mayor tamaño.
Los siguientes gráficos ponen en relación la fuerza de cada partido con el tamaño de los municipios. Se aprecia que el PNV es fuerte en municipios de Bizkaia con más densidad de población, en especial, en el Gran Bilbao. Esto le permite al partido jeltzale rentabilizar sus fuerzas y ganar en número de votos absolutos.
Peso del %de voto del PNV en cada municipio considerando su tamaño
El tamaño del circulo índica el tamaño del municipio y la intensidad del color el peso del PNV en este. Así, se aprecia cómo el PNV tiene gran peso en los municipios más poblados de Bizkaia.
Peso del %de voto del EH Bildu en cada municipio considerando su tamaño
El tamaño del circulo índica el tamaño del municipio y la intensidad del color el peso del EH Bildu en este.
Por otro lado, EH Bildu es especialmente fuerte en municipios pequeños y medianos de Gipuzkoa y del interior de Bizkaia. Aunque gana en más municipios, esto tienen un tamaño de población modesto. Para la coalición abertzale ha sido estratégico obtener buenos resultados en municipios de Álava como Agurain o Llodio, mientras ganaban las elecciones en la capital, Vitoria-Gasteiz, que concentra el 75% de la población de la circunscripción menos poblada. De esta forma, EH Bildu rentabiliza en escaños su crecimiento en Álava. Además, aunque no es tan fuerte como en pequeños municipios, EH Bildu ha crecido en porcentaje de voto en algunos municipios grandes de Bizkaia como Sestao (+8 puntos) u Ortuella (+7 puntos).
Participación
En 2020 el porcentaje de abstención fue el más alto de todas las citas electorales de la democracia: casi la mitad de los electores no acudieron a votar (49,20%). Se trató de una convocatoria excepcional marcada por la pandemia. Si echamos la vista atrás, la abstención muestra una tendencia ascendente desde 2001, donde el porcentaje fue del 21,5%. Desde entonces, ha ido en aumento en la mayoría de las elecciones autonómicas, a excepción de 2012, que descendió con respecto a 2009.
En las elecciones del 21 de abril, la participación ha recuperado los porcentajes previos a la pandemia, muy parecidos a los registrados en las elecciones de 2016. Llama la atención que la participación no haya sido más elevada: por un lado, se trataba de las elecciones con mayor competencia electoral entre las dos fuerzas nacionalistas y, por otro lado, durante toda la campaña los partidos políticos se centraron en las cuestiones vinculadas con las preocupaciones de la ciudadanía. Esto habla de la existencia en Euskadi de una abstención estructural que requiere de un mayor análisis y de respuestas por parte d ellos partidos políticos.
Con el objetivo de entender mejor la elevada abstención que se produce en Euskadi, resulta interesante analizar las características sociodemográficas de las secciones censales con mayor porcentaje de abstención. Así, al cruzar los resultados electorales por secciones censales de las tres capitales de provincia con su correspondiente renta media por persona (cifras de renta más recientes datan de 2021), observamos que la correlación entre ambas variables es negativa y estadísticamente significativa. En otras palabras, los residentes en secciones censales con niveles de renta más bajos se abstienen más que los residentes de zonas con un nivel de renta alto. Esta dinámica es más visible en Bilbao que en Vitoria-Gasteiz y Donostia-San Sebastián.
Relación entre el voto a partidos y variables sociodemográficas
La profunda transformación sociodemográfica que experimenta Euskadi invita a investigar qué relación hay entre el voto y distintas variables demográficas (sexo, edad, etc.). Este tipo de correlaciones permiten anticipar hacia dónde se dirige la sociedad vasca desde un punto de vista sociopolítico.
Inicialmente, se efectúa un análisis descriptivo de las correlaciones el %de voto a cada partido en cada municipio y las variables sociodemográficas referidas a cada municipio. Así, resultan llamativas las dinámicas observadas en los gráficos de dispersión siguientes: (1) % de voto a EH Bildu vs % población que habla Euskera, (2)% de voto al PSE-EE vs %población que habla euskera y (3) %voto al PNV vs %población de 65 años o más.
En primer lugar, observamos una fuerte correlación positiva entre el porcentaje de voto municipal a EH Bildu y el porcentaje de la población que habla euskera en el área. Así, sugerimos que los municipios donde EH Bildu ha conseguido mejores resultados tienden a ser aquellos donde existe una mayor penetración del euskera entre la población.
En el caso del PSE-EE, la correlación entre ambas variables (% voto municipal al PSE-EE y % de población que habla euskera) es negativa. Esto nos lleva a afirmar que los municipios donde el PSE-EE ha logrado más votos son aquellos con una menor penetración del euskera.
Ambas dinámicas son especialmente visibles en Gipuzkoa y Bizkaia, donde el porcentaje de habla euskera varía considerablemente entre municipios.
En segundo lugar, destacamos la correlación positiva entre el porcentaje de voto municipal al PNV y el porcentaje de la población de 65 años o más. En otras palabras, parece ser que los municipios donde el PNV ha obtenido una mejor acogida son aquellos donde residen un mayor número de personas mayores.
En el gráfico de dispersión del voto municipal a cada partido vs. la renta media por persona no se observa un patrón claro que permita afirmar con exactitud que existe una relación fuerte entre ambas variables.
Con el objetivo de profundizar más en el análisis de las relaciones entre el porcentaje de voto municipal a cada partido y las variables sociodemográficas se efectúa un análisis estadístico que considera la interrelación entre variables.
De este modo, observamos que el % de voto al PNV en cada municipio está significativamente correlacionado con el porcentaje de población de 65 años o más, y la renta media neta por persona en el municipio. Sin embargo, está negativa y significativamente correlacionado con: (1) el volumen de población en el municipio, (2) el % de población masculina, y (3) el % de población que habla euskera.
En lo que se refiere a EH Bildu, el % de voto al partido está positiva y significativamente correlacionado con el porcentaje de población que habla euskera; y negativa y significativamente correlacionado con: (1) el volumen de población en el municipio, y (2) el porcentaje de población de 65 años o más.
De este análisis comparativo del voto a los partidos nacionalistas PNV y EH Bildu podemos extraer importantes conclusiones. En primer lugar, los municipios con mayor penetración del euskera son aquellos donde el PNV obtiene peores resultados, mientras que EH Bildu logra mejores resultados. En segundo lugar, los municipios con mayor porcentaje de población de 65 años o más son aquellos donde el PNV obtiene mejores resultados, al contrario que EH Bildu. Finalmente, cabe destacar una similitud en el perfil de los municipios donde más se vota al PNV y a EH Bildu: se trata de municipios con bajo volumen de población. En otras palabras, parece que las zonas menos urbanas tienden a favorecer a los partidos nacionalistas, independientemente de su posición en el eje material (izquierda vs. derecha).
En lo que se refiere al PSE-EE, se observa que % de voto al partido está positiva y significativamente correlacionado el volumen de población en el municipio; y negativa y significativamente correlacionado con: (1) el % de hombres en la población, (2) el % de población que habla euskera, y (3) la renta media neta por persona en el municipio. En otras palabras, los municipios donde más personas han votado al PSE-EE son áreas urbanas, zonas donde la mayor parte de los residentes son mujeres, zonas donde hay poca penetración del euskera, o zonas con menores niveles de renta.
Composición del Parlamento Vasco
En la XIII Legislatura, el Parlamento Vasco estará compuesto por seis partidos políticos y cinco grupos parlamentarios. Esto es, el mismo número de partidos que en la legislatura anterior, pero un grupo parlamentario menos dado que Sumar y VOX estarán juntos en el Grupo Mixto.
En líneas generales, la fragmentación parlamentaria no presenta cambios significativos en cuanto a las líneas ideológicas de los partidos que conformarán el Parlamento, en comparación con la legislatura anterior. Sin embargo, resulta relevante destacar la importancia parlamentaria que adquiere EH Bildu, al obtener el mismo número de escaños que el PNV. Esto le confiere la capacidad de influir en la agenda parlamentaria y rivalizar con el resto de los partidos. El PSE-EE, por su parte, también incrementa su peso político en la cámara, al haber ganado dos escaños mientras su socio de gobierno, el PNV, ha perdido cuatro. Este cambio refuerza la capacidad de influencia de los socialistas vascos en el Parlamento Vasco.
Por territorios
Álava
El incremento de EH Bildu en Euskadi se percibe con especial intensidad en Álava donde, por primera vez, gana las elecciones, obtiene el 29,44% de los votos y 8 parlamentarios. Por su parte, el PNV logra frenar levemente las tendencias y consigue 7 parlamentarios, frente a los 4 del PSE, los 4 del PP, que crece un escaño con respecto a 2020, y VOX que mantiene su representación en el Parlamento Vasco gracias a su resultado en territorio Alavés. SUMAR entra por primera vez en la cámara vasca, lo hace con un representante que ya tiene experiencia parlamentaria previa como parte del desaparecido Elkarrekin Podemos.
Bizkaia
El PNV sigue siendo la fuerza más votada en Bizkaia con un 39,51% de los votos, pero pierde un escaño con respecto a 2020. Sin embargo, la diferencia con EH Bildu ya no es tan grande como en 2020, que le ha recortado 8 puntos y ya solo les separan 3 escaños. El PSE-EE incrementa un parlamentario y el PP se mantiene en 2, mientras la izquierda confederal no obtiene representación por Bizkaia.
Gipuzkoa
EH- Bildu consigue el 40,28% de los votos, pasa de 9 a 11 escaños y supera al PNV, que pierde un escaño y se queda con 9 diputados en Gipuzkoa. Por su parte, el PSE-EE también mejora sus resultados con respecto las pasadas elecciones y consigue un escaño más del que ya tenía, quedándose con 4 escaños. El PP mantiene su único representante por Gipuzkoa y Elkarrekin Podemos pierde los dos que tenía.
Presencia de mujeres y hombres en el Parlamento
De los 75 escaños que tiene el Parlamento Vasco, 38 escaños los ocuparán mujeres y 37 hombres. Un reparto idéntico al de la legislatura anterior y muy similar al de legislaturas anteriores.
En proporción, el partido con más parlamentarias será el PP, con 5 diputadas y 2 diputados, mientras que el resto de partidos políticos presentan un reparto paritario: EH Bildu con 14 mujeres y 13 hombres, seguido del PNV con 13 mujeres y 14 hombres, y el PSE-EE que contará con el mismo número de mujeres y hombres, 6 – 6. El único asiento de VOX lo ocupará su candidata a Lehendakari, la única mujer candidata que ha logrado entrar al Parlamento Vasco. Por último, Sumar, que solo ha conseguido un escaño, no tendrá representación femenina en esta legislatura.
Por territorios, Álava es el que ha designado un mayor número de mujeres parlamentarias este 21-A, en contraste con las elecciones de 2020, donde fue el territorio con menor representación femenina. En cualquier caso, el reparto por territorios ha sido paritario en ambas convocatorias.
El 18 de febrero se aprobó en Euskadi la Ley 4/2005 para la Igualdad de Mujeres y Hombres que establece la paridad en la composición de las listas electorales en tramos de seis nombres para el Parlamento Vasco y las Diputaciones Forales. Un par de meses después, el 17 de abril de 2005, se celebraban elecciones al Parlamento Vasco y, por primera vez, 38 mujeres diputadas ocupaban los asientos de la cámara vasca, junto a 37 diputados. Desde entonces, la paridad viene siendo la norma. Una tendencia que se consolida tras los resultados electorales del 21 de abril.
Media de edad
La media de edad del Parlamento Vasco en la XIII Legislatura será de 47 años, casi un año más que en la legislatura anterior (46,4 años). Por género, las mujeres tienen 49 años de media, mientras que los hombres 45, siendo estos, de media, más jóvenes que las mujeres.
La mayoría de la cámara, casi la mitad (48%), se sitúa entre los 36 y los 50 años. El segundo grupo de edad más representado es el situado entre los 51 y los 65 años (41% de la cámara), mientras que solo 1 de cada 10 parlamentarios tiene entre 18 y 35 años. La diputada más mayor tiene 63 años y la más joven 27.
Con una media de edad de 43 años, EH Bildu es el partido más joven del Parlamento Vasco, frente al PSE-EE y el PP que son los más envejecidos (49 años), seguidos muy de cerca por los jeltzales con una medida de 48 años.
Por partidos, la mayoría de los diputados del PNV, 14, tienen entre 51 y 65 años, pero además es el partido que más diputados y diputadas tiene en la franja de edad más joven, cuatro, seguido muy de cerca por los tres de EH Bildu. En el partido abertzale predomina el grupo de edad intermedio, con 17 diputados entre los 36 y los 50 años. El PSE-EE tiene una única diputada entre los 18 y 35 años, y el resto repartidos a partes iguales entre los 36-50 años y los 51-65 años. PP, Sumar y Vox, son los únicos partidos que no tienen ningún parlamentario joven.
La mitad de la cámara renovada
Se renueva la mitad de la cámara. 37 diputados y diputadas repiten con respecto a la legislatura anterior, mientras los 38 restantes se estrenan en el Parlamento Vasco
El partido político en el que más diputados repiten es el PNV: 15 personas que representan más de la mitad de sus escaños. De los 27 diputados que ha obtenido EH Bildu, 12 repiten, con lo que serán 15 los diputados que se estrenarán en esta legislatura en el Parlamento. Por su parte el PSEE, estrena la mitad de los escaños, con seis caras nuevas en la cámara, con respecto a la legislatura anterior. En el PP habrá más caras nuevas, con sólo dos diputados que repiten, y, por último, en el Grupo Mixto, ambos estuvieron en la legislatura anterior, aunque el diputado de Sumar fue elegido en 2020 por Elkarrekin Podemos-IU.
El Parlamento más soberanista con la sociedad menos independentista
Tras las elecciones Euskadi tendrá el Parlamento más soberanista de su historia: 54 escaños repartidos a partes iguales entre el PNV y EH Bildu, dos más que en la legislatura anterior.
Sin embargo, tal y como apunta el Sociómetro Vasco, la sociedad vasca no tiene la independencia como una de sus prioridades. Actualmente, tan solo el 22% de los vascos y vascas apoya la independencia, mientras que un 37% se posiciona contrario a esta y un 33% de los encuestados tendría que evaluar las circunstancias para decidir sí la apoya o no.
Dentro de los propios partidos independentistas, el sentimiento nacional es distinto. Entre los votantes del EH Bildu y el PNV, cerca del 58% se siente o únicamente vasco o más vasco que español. Sin embargo, el 39,5% de los votantes de estos partidos se siente tanto vasco como español.
En cuanto a su posición con respecto la independencia, el 20% de los votantes del PNV y EH Bildu, se posiciona favorable a la independencia, mientras que el 41,5% debería de evaluar las circunstancias para decidir su posición y un 35% de los votantes del PNV y EH Bildu no apoyan la independencia.
Pacto de gobierno
Los resultados del 21 de abril le han dado la victoria al PNV en las elecciones al Parlamento Vasco más competidas que se recuerdan. Una victoria en porcentaje de voto y un empate en cuanto a número de escaños (27) con EH Bildu que le otorga la iniciativa para poder conformar un gobierno de coalición que cuente con la mayoría absoluta necesaria para dotar de estabilidad al próximo Gobierno Vasco.
A diferencia de las dos legislaturas anteriores, su futuro socio de gobierno, el PSE-EE – que ha mejorado sus resultados con 2 escaños más que en 2020 – se encuentra en una posición de mayor fuerza a la hora de negociar una mayor presencia en la composición del Gobierno Vasco. Una presencia que se visibilizará en la gestión de un mayor número de Consejerías y en la gestión de más presupuesto por parte de los socialistas.
El acuerdo de gobierno que se firme entre las dos fuerzas políticas trazará las líneas de actuación de la XIII Legislatura. Una legislatura que se focalizará en dar respuesta a las preocupaciones que la sociedad vasca ha expresado en diversas encuestas de opinión pública y que los partidos políticos han recogido durante toda la campaña electoral. Se esperan así, iniciativas vinculadas a Osakidetza, vivienda, cuidados, industria, transición energética o seguridad, entre otras. La XII Legislatura se caracterizó por una intensa actividad regulatoria (más de 35 leyes aprobadas en una Cámara con 75 diputados y diputadas), por lo que se espera que esta legislatura se centre en reformas estructurales que busquen el acuerdo del principal partido de la oposición, en medidas concretas de gobierno y en el desarrollo legislativo de las normas aprobadas en el último tramo de la legislatura.
Por su parte EH Bildu, que por primera vez contará con el mismo número de parlamentarios y parlamentarias que el PNV, tendrá entre sus objetivos de legislatura el impulso de un nuevo Estatuto para Euskadi. Es previsible que haga valer su posición de socio necesario para la estabilidad del Gobierno de Pedro Sánchez para avanzar en la actualización de un Estatuto que no se renueva desde 1979. Además, incidirá en el desarrollo concreto de políticas progresistas con medidas vinculadas a su votante más joven y en el impulso de una nueva gobernanza más colaborativa, tal y como ha incidido durante toda la campaña electoral.
El Partido Popular, será la cuarta fuerza política de Euskadi con un parlamentario más que la anterior legislatura. La participación del espacio de SUMAR con un solo parlamentario que proviene de Izquierda Unida augura un momento delicado para el espacio que tendrá que compartir grupo mixto con la líder de VOX.
Silván&Miracle analizará el acuerdo de gobierno, así como la estructura del nuevo Gobierno Vasco en un próximo informe centrado en las claves de la agenda política vasca para la XIII Legislatura.