El PSC ha ganado las elecciones catalanas tanto en número de votos como en número de escaños; los 33 parlamentarios obtenidos por el PSC coinciden con el número de escaños obtenidos por el partido que se ha colocado como el líder el bloque independentista, ERC. JxCat se coloca como la tercera fuerza política con 32 parlamentarios y pierde la posición de liderazgo que había ocupado dentro del bloque independentista en la última legislatura. La escisión del PdCat se salda sin presencia parlamentaria y contribuye a la bajada de votos de JxCat.
La subida en escaños de la CUP, pasa de 4 a 9 parlamentarios, supone un refuerzo para el bloque independentista que consigue incrementar su presencia en el Parlament de Cataluña, pasando de 70 a 74 parlamentarios, y se convierte en un actor clave a la hora de determinar y definir el más que probable gobierno independentista formado por ERC, JxCat y la CUP. El cambio de posiciones entre ERC y JxCat coloca a los dos partidos en posiciones diferentes que marcarán la necesidad de otros liderazgos.
Los resultados de En Comú Podem (ECP) que, pese ha haber obtenido un porcentaje menor de votos, ha conseguido mantener su representación (8 parlamentarios), le pueden convertir en un actor clave en la búsqueda de mayorías parlamentarias, tanto si se consigue activar la opción de un tripartito de izquierdas (PSC, ERC, ECP), como si ERC le ‘invita’ a formar parte de un gobierno de “base amplia” en búsqueda del desarrollo de la vía soberanista y la celebración del referéndum.
La irrupción de VOX con 11 parlamentarios, supone que la entrada de la ultraderecha al Parlament sea a su vez, la mayor entrada de un grupo político al arco parlamentario catalán. Los resultados de VOX dejan al PP con los peores resultados de su historia, sólo 3 parlamentarios y sin grupo parlamentario propio.
La baja participación, un 53,55%, si bien suponen una vuelta a las sendas de participación previas al Procés, suponen también la participación más baja de la historia democrática y confirman la tendencia de baja participación en tiempos de pandemia ya vivida en los dos procesos electorales celebrados en Euskadi y Galicia.
En clave estatal los resultados del 14F suponen un cambio de liderazgo en la interlocución con el Gobierno de coalición, será ERC quien represente esta posición en lugar de JxCat lo que puede suponer la apertura de nuevas vías de dialogo y acuerdos con el PSC. Los malísimos resultados de Ciudadanos, que pasa de 30 a 6 escaños, le deja en una posición de irrelevancia en Cataluña, el territorio que le vio nacer, y dificulta enormemente la capacidad de influencia del partido naranja en el Congreso de los Diputados.
Conocidos los resultados, la gestión de la pandemia y la gestión de los fondos europeos son cuestiones que no esperan y que requieren de acuerdos políticos para impulsar las propuestas políticas que marcarán el corto y largo plazo de la sociedad catalana. Llega el momento de la gobernabilidad, pero antes hay que caminar la vía de los acuerdos, el camino no será fácil.
